Aylan y la foto del asedio a la diversidad

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Aylan y la foto del asedio a la diversidad

Noticia    |     Martes, 08 Septiembre 2015 22:57     |    

Aylan y la foto del asedio a la diversidad

Por Hamurabi Noufouri.

Los últimos días han dejado en claro que lo que sucede en Siria e Irak no solo mata allí sino a la distancia. Y no solo cristianos, yazidíes o ateos, sino musulmanes de cualquier orientación o etnia. Especialmente niños. Buscar explicar y comprender no es aceptar ni justificar.Como antes de la foto de Aylan, todavía nos cuesta ver a esas personas, en su mayoría musulmanes, castigados por vivir en paz con quienes no lo son según lo establecen los preceptos coránicos.

Los 100.000 habitantes del oasis de Palmira sufren el salvajismo de las bandas de mercenarios con etiqueta religiosa, tanto o más que los templos de la época de su reina Zenobia. Al igual que el año pasado lo sufrían los habitantes y vestigios de las ciudades de Hatra y Nimrud.Quizás ahora podamos comprender el costo de la “ignorancia de retorno” que significa seguir explicando la agresión a estas poblaciones solo como “Cruzadas islámicas” contra no musulmanes y la agresión contra los Patrimonios de la Humanidad según el falso “tabú figurativo coránico”, pues hace casi un milenio y medio que esas piedras y poblaciones de credo diverso vienen escuchando el llamado a la orar en las mezquitas.

Que los musulmanes muertos a manos de las bandas mercenarias sean tanto o más numerosos que sus compatriotas de otras religiones indica que es esa convivencia en diversidad la que se busca a destruir. Si no la causa, perpetua esta ceguera seguir “leyendo” lo que sucede en clave de “Oriente y Occidente”, puesto que su lógica de opuestos, no solo nos obliga a que lo que asignemos a uno se lo debamos negar al otro (si uno es “civilizado” el otro debe ser “bárbaro”, etc.) sino que es una distinción que solo admite la diferencia que se exprese como oposición, lo que significa una negación de la diversidad, de las identidades múltiples y de la interculturalidad a la que da lugar. Nos condena a ver la película como foto.

Que los argentinos sigamos designando esa región como Medio Oriente indica que continuamos mirando a los “otros” con los ojos de otros pues en rigor nuestro Medio Oriente es Uruguay y Nuestro Oriente es África. Pero explica que nos siga costando asociar el gentilicio “sirio” al adjetivo “cristiano”. Como si eso pudiera restarle algo a su cristiandad en lugar de trasmitir los dos milenios de su antigüedad. Misma gente cuyos ancestros antes de Cristo eran seguramente judíos, sabeos, “gentiles”, ateos, etc. Y parte de los cuales más tarde, después de la revelación coránica se arabizaron o islamizaron (o ambas cosas) y constituyeron el mayor contingente ultramarino no europeo del que esta compuesta nuestra sociedad.

Abandonar este filtro de lectura nos permite volver “ver” la milenaria diversidad cultural, religiosa y étnica de los países de una región que fue cuna de la escritura, el alfabeto, el ladrillo, la ciudad y las religiones que ciertas opiniones interesadas presentan como incompatibles entre sí. Su exterminio es el verdadero objetivo de la agresión mercenaria y el costo evidente de la omisión gubernamental, que explica también el miedo europeo a ampliar su diversidad con esos “orientales”.

Como decía Sherlock Holmes, “eliminado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad.”

 

Hamurabi Noufouri

Director del Instituto y Maestría en Diversidad Cultural, UNTREF 

Fuente: Tribuna - Diario Clarin 08/09/2015 

http://www.clarin.com/opinion/Musulmanes-Siria-Irak-Oriente_0_1427257299.html

 

 

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