La identidad de Marruecos es ontológicamente dinámica, rica en mestizajes, diversa y abierta. Todo ello a causa de su historia; una historia de ininterrumpida mezcla cultural, religiosa y étnica. Su posición geográfica estratégica, en la unión entre Oriente y Occidente, habilitó a Marruecos para el intercambio intercultural y la sÃntesis de múltiples identidades. La diversidad cultural implica fuente de enriquecimiento mutuo, por lo que en Marruecos se ha edificado una sociedad verdaderamente intercultural cuya cohesión y armonÃa social se articulan, no por encima de las diferencias, sino más bien gracias a ellas.